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FERNANDO BECERRIL | BILBAO..-
Fue un derbi normal. Las dos aficiones rivalizaron con más ingenio que agresividad, salvo raras excepciones, que es lo que suele ocurrir en este tipo de partidos. Los seguidores del Athletic abandonaron el campo nada más terminar el encuentro mientras la megafonía de San Mamés multiplicaba a todo volumen la euforia local por la victoria.
El grupo más numeroso de seguidores realistas, ubicado en el Fondo Sur de San Mamés, permaneció en sus localidades porque es la práctica habitual cuando visitan cualquier campo. Les hacen esperar hasta que se aligeran los alrededores del estadio para evitar posibles incidentes con los radicales del equipo local.
Cuando la megafonía cesó, ellos siguieron entonando los cánticos habituales de apoyo a la Real y ovacionaron a los jugadores blanquiazules que se acercaron a agradecerles su apoyo tras el partido, exactamente igual que habían hecho durante los ejercicios de calentamiento previos al derbi.
Tomaron el relevo los futbolistas que habían permanecido en el banquillo, incluidos Agirretxe, Pardo y Llorente que habían entrado en juego a lo largo del choque. Los seguidores realistas les recibieron con aplausos y gritos de ánimo, a pesar de la derrota. Ni una palabra ofensiva, ni un mal gesto.
En ese momento un nutrido grupo de miembros del servicio de seguridad de San Mamés, pertenecientes a la empresa Prosegur, accedieron a ese sector de la grada e hicieron retroceder a empujones a los aficionados guipuzcoanos ordenándoles a voces que desalojaran el estadio. Cuando los realistas que estaban más próximos a la primera fila de los guardias de seguridad les pidieron un poco de calma para poder salir del estadio con normalidad, la respuesta fue avanzar a base de empujones hasta que los más agresivos sacaron las porras para golpear a los seguidores realistas que estaban más próximos.
La contundencia de la actuación provocó de inmediato las protestas de los periodistas guipuzcoanos que estaban trabajando en el palco de prensa del equipo visitante y también de los consejeros de la Real que permanecían todavía en el palco. El delegado de la Real, Xabier Eleizegi, subió hacia el palco de prensa para informarse de lo que estaba sucediendo.
Algunos aficionados guipuzcoanos se acercaron también al palco de prensa pidiendo a los representantes de los medios guipuzcoanos que informaran de la agresión de la que estaban siendo víctimas.
Un seguidor herido
Los representantes de Prosegur siguieron acosando a los seguidores realistas hasta que abandonaron San Mamés, a pesar de las protestas de los representantes del club blanquiazul y de la prensa de Gipuzkoa. En el curso de los incidentes, un joven seguidor realista que respondía al nombre de Markel sufrió una herida leve en la pierna izquierda. Fue asistido por el médico de la Real José Manuel González de Suso en los vestuarios del campo bilbaíno.
La Real estudia medidas
La agresión sufrida por los seguidores de la Real provocó profundo malestar entre los componentes del Consejo de Administración, que habían sido testigos presenciales de los incidentes.
Al llegar a Zubieta los responsables realistas redactaron una nota de condena por la agresión de Prosegur. Hoy mismo tomarán una decisión sobre la posibilidad de interponer una denuncia en el Juzgado contra Prosegur por la violencia desplegada por sus guardias de seguridad sin que existiera la más mínima provocación por parte de los aficionados realistas.
