Un mar rojiblanco festejó hasta el amanecer
El triunfo obtenido anoche por el Junior no fue solo de Barranquilla, sino de todos los departamentos costeños. Desde La Guajira hasta Córdoba, incluyendo San Andrés, los hinchas del fútbol sufrieron y gozaron minuto a minuto el partido en el que el Junior ganó el campeonato del fútbol colombiano y celebraron hasta el amanecer la conquista de la séptima estrella.
Los samarios observaron el juego en pantallas gigantes y televisores plasma y Lcd, ubicados en estaderos famosos como la esquina de la Bombonera, en la Ciudadela 29 de Julio, La Samaria, Beer Place y Chayrama, entre otros.
Los negocios eran una inmensa mancha roja en donde el sentimiento de amistad afloró, pues si bien es cierto que la mayoría de concurrentes eran hinchas rojiblancos, no menos real es que fueron muchos los seguidores del Unión Magdalena que se contagiaron y olvidaron la tradicional rivalidad para acompañar al equipo vecino.
En Riohacha la pasión rojiblanca se tomó las principales vías, establecimientos públicos, tiendas, estaderos y barrios de la capital guajira para presenciar el partido de la final del fútbol colombiano. En La Trinchera, la Avenida Primera, El Malecón, El Timbalero y en todos los barrios de la ciudad, los colores que predominaron fueron el rojo y el blanco, porque el apoyo al equipo barranquillero fue total.
Los hinchas fieles que viven en la capital guajira estuvieron desde temprano esperando el comienzo del partido que definió el campeón del segundo semestre del presente año.
“Ay Dios mío, ayúdale a tu papá Junior”, el clamor del vallenato
La pasión rojiblanca se lleva en la sangre, en el corazón y por supuesto en la fe. O si no que lo diga este hincha vallenato que cuando el partido se tuvo que definir por penaltis, lo primero que hizo fue encomendarse a Dios y a la Virgen del Carmen. “Ay papá Dios, que lo tape Viera, que lo bote el Once Caldas”, no dejaba de suplicar mientras sus paisanos coreaban “Vamos Junior, tú puedes”.
Sincelejanos celebraron al ritmo de porro
Al son del porro y refrescándose con cerveza bien fría, los hinchas sincelejanos se reunieron masivamente en los estaderos más populares de la capital sucreña para observar cómo su equipo amado se coronó campeón de la Liga Postobón. “Junior tu papá, Junior tu papá”, gritaban entusiasmados, mientras los héroes rojiblancos daban las vuelta olímpica en el estadio Palogrande. “Nos vamos para la Copa Libertadores”, gritaron.
Montería, una locura general con el título de los tiburones
En la avenida Primera la fiesta rojiblanca no respetó que fuera miércoles, porque desde tempranas horas de la tarde cada quien tomó el mejor puesto para disfrutar del partido. Los acercamientos de Junior en el primer tiempo calentaron las emociones de los monterianos, y la locura fue general cuando Guillermo Beltrán estrelló el balón en el palo. Y la algarabía se extendió por toda Montería.
Valledupar y Sincelejo
Las avenidas Hurtado y Simón Bolívar de Valledupar también se tiñeron de rojo y blanco. Multitud de hinchas del onceno juniorista acudieron a los estaderos y bares ubicados en esa zona, para no perderse un solo minuto del partido. La inquietud por cada jugada se vio en los rostros de los hinchas presentes en ‘Salsa Barranquilla’, reconocida estadero. Mientras, en Sincelejo, seguidores del Junior portaron todo el día camisetas y todo tipo de accesorios alusivos al equipo tiburón, en incluso llegaron a pintarse el rostro, como lo hizo Ramiro Plata. Los junioristas se reunieron en estaderos como El Mundo de la Cerveza y El campanario de la Avenida de Las Peñitas, entre otros.