Especial Costa Rica: Las barras bravas en la mira.
Por Juan Ramón Miranda H.
Por Erick Morera
Las barras en Costa Rica iniciaron como una copia a una de las iniciativas de los clubes de primera división que se adelantó a los demás equipos; su idea primordial era apoyar al club en las buenas y en las malas, alentarlo cuándo la situación del encuentro fuera contraria a sus intereses ó de motivarlo cuando fuera perdiendo dónde muchos lo que hacían era el efecto contrario.
Así pues se fueron abriendo paso dentro de cada uno de los 4 equipos principales de nuestro país. Saprissa, Heredia, Alajuela y Cartago fueron creando cada uno sus propias barras basados en el concepto original. Su forma de dar apoyo con cánticos, las mantas y otros signos externos durante todos los 90 minutos le añadieron colorido y nutrieron el espectáculo.
Sin embargo, conforme fue pasando el tiempo las barras ganaron adeptos en los sectores en factores de riesgo que se fueron agregando a cada una de las barras, las mismas han comenzado a transformarse en medidores de la frustración de la población, de válvulas de escape de muchos que al presentarse en los estadios para apoyar a sus equipos, al verse inundados de la frustración que acarrea la derrota se mezcla con otros ingredientes y se convierte en violencia y que en algunos casos ha alcanzado el grado de desmedida, inclusive acarreando la pérdida de vidas humanas.
El intentar detener las barras no es una solución de un día para otro, es un proceso muy largo; más inclusive que el mismo tiempo que les ha transformado en lo que soy hoy. Pero mucho cuidado, porque a pesar que estoy señalando el comportamiento de muchos, existen los que si van solo apoyar, los que amanecen con la camiseta en su corazón y durante 90 minutos dan su apoyo incansablemente que terminado el encuentro se despiden y se marchan para sus casas. Así pues tenemos dos tipos de miembros en las barras por lo cual hace más difícil la "erradicación" de las barras como lo ha pedido más de uno.
No soy quién para creerme dador de la verdad, pero en mi humilde opinión las barras no deben ser erradicadas, debe trabajarse con ellos. Debe haber una capacitación para sus dirigentes, que los equipos que son los más beneficiados con el apoyo y el espectáculos que ellas agregan, realmente les apoyen ahora si con iniciativas de capacitación, pudiendo crear una ficha de información de cada uno de sus miembros, documentando quiénes están asistiendo a los estadios y dándole seguimiento a su comportamiento dentro de sus instalaciones y en caso de algún inconveniente estos miembros les deberían ser revocado el derecho de asistencia a cualquier estadio. Claro ésta sería la panacea perfecta; sin embargo para llegar ahí falta mucho camino que recorrer:
1. Acceso a historial delictivo de la base de datos de la policía.
2. Base de datos única con la información de cada uno de los miembros
3. Cámaras de Alta Tecnología instaladas en cada uno de los estadios.
4. Tecnología que permita en tiempo real reconocer por datos del rostro a los individuos con impedimento de entrada a los recintos
5. Capacitación permanente a los dirigentes de las barras
6. Definir quién asumirá los costos de todo este arsenal de tecnología, gastos y equipamiento que deberá incurrir cada equipo.
Obviamente vivimos en Costa Rica por lo que muchos dirán que esto no puede ser por los altos costos; sin embargo, para poder CONTROLAR las barras solo se puede con la tecnología. Si fuimos capaces de copiar las barras, tenemos que ser capaces de copiar los métodos de control que han tenido que desarrollar otros países para minimizar los inconvenientes. Si así como lo leen: MINIMIZAR, porque los inconvenientes no se van a erradicar no van a desaparecer; porque al final y al cabo el futbol es un deporte que apasiona, un deporte que fue creado para que tengamos con mucha frecuencia una "guerra" simulada una "batalla" controlada pero que en algunos ocasiones por el fanatismo este efecto supera su fantasía y se convierte en real.
Queda pues esperar, que en algún momento alguien "iluminado" llegue a éstas mismas conclusiones y como si fuera el gran descubridor repita alguno de las mismas sugerencias que este servidor ha externado para iniciar con el cambio hacia un control de las barras.
Un poco de historia de las barras en Costa Rica
En abril de 1995, la Junta Directiva del Deportivo Saprissa tomó el acuerdo de la creación de una barra de seguidores llamada la Ultra Morada y para lo cual se tomó como "asesoría" la ayuda de un grupo de aficionados de la Universidad Católica de Chile para formar la famosa barra. Desde 1995 a la fecha ya han transcurrido más de 16 años en los cuales se crearon sus similes de Heredia, Cartago y Alajuela. Aunque el principio primordial es el apoyo al equipo de sus amores, en muchas ocasiones ese mismo apoyo se traduce en violencia, agresividad para proteger su "honor" y "dignidad" contra otras barras rivales o cuando el nivel de frustración sobrepasa los límites máximos de cada equipo. Sin embargo y aunque existe el paradigma que las barras son malas, ellas aportan entusiasmo, apoyo en momentos difíciles, y son los que en buena medida agregan el ambiente a cada uno de los estadios.
Sin embargo, existen otras atenuantes que se han ido sumando y han desvirtuado el concepto original de apoyo y de ambiente agradable, el aumento en la violencia en nuestro país, el ingreso de grupos violentos de otros países de la región y la falta de un verdadero programa de control preventivo de las barras han ocasionado que se den problemas más constantes que en el pasado.
Las leyes deben de modificarse, los equipos de fútbol deben de apoyar y supervisar la creación de los diferentes grupos oficiales de apoyo. Desde el momento en que el país permitió la creación de las barras, se debió crear un plan multi-institucional que controlara y previera lo que hoy está pasando.
Hablamos de la violencia pero no existe en ningún estadio ningún método para prevenir la entrada de aficionados que tengan problemas con la ley, ó como mínimo estuvieran en medio de actos violentos en otros escenarios. Esto definitivamente debe mejorar. En países como Argentina, Inglaterra e Italia las leyes se modificaron y tienen leyes muy severas que coaccionan en cierta medida el comportamiento violento de éstas barras, los estadios y sus equipos están bien preparados para poder reconocer e impedir la entrada a cualquier estadio de miembros que tengan procesos abiertos por violencia. Inclusive los mismos jugadores se ven expuestos a penas de cárcel en caso de agredir dentro o fuera de la cancha a cualquier tipo de persona sea aficionado, directivos, medios de prensa, otros jugadores.
Pero nuestra realidad es otra, lamentablemente las barras hace tiempo que no tienen control y ahora algún brillante sale con la gran idea de que los equipos no apoyen las barras y que las disuelvan. Me pregunto: Cuál es la gran ayuda que van a limitar a las barras los clubes para que no se formen ?? Cómo se disuelven las barras en un estadio? Separando a los que "lucen" como miembros? O los que cantan? O los que apoyan? No, la verdad es que la solución dista de una solución cercana y más bien estamos comenzando a pensar en algo que debimos hacer hace 16 años.
Opinión del Aficionado
Edgar Rodríguez también expone su punto de vista
En mi opinión las barras en el fútbol de Costa Rica han cambiado su objetivo, filtrándose mucho elemento negativo que las hace temidas, y alejan al público del estadio. Las he visto apoyando dentro del partido, cuando su equipo favorito va ganando o ante la adversidad no dejan de cantar y motivar, y de alguna manera contagian a los demás aficionados...algunos jugadores se identifican con ellas y cuando anotan un gol se lo dedican, corren hacia a ellas. No creo que deban desaparecer, por el contrario deberían de depurarse, culturizarse...identificar los elementos nocivos y quitarlos, negarles la entrada al estadio. Otro punto es lo que sucede fuera del estadio, antes o después de los partidos...donde independientemente del resultado del partido se vuelven agresivos, salvajes, destructivos...en manada se sienten fuertes y arrasan con vehículos, negocios, y aficionados del equipo contrario, lo cual no es culpa de los clubes deportivos como se quiere hacer ver por parte del ministerio de seguridad, es un problema social, que debe ser abarcado desde otra perspectiva.
Esteban Pacheco, miembro de la ultra
El colorido que le dan las barras a los partidos es la mejor parte de ellas, el empuje que le dan a sus escuadras es algo importante. El mayor problema que están teniendo estas es que hay muchos "delincuentes" que se están metiendo en ellas, sin embargo, no son todos como se le quiere hacer ver a la gente.
Hay desde profesionales hasta amas de casa, sin embargo, a muchos se les trata de delincuentes, solo porque una parte pequeña de estos grupos causa problemas. Un porcentaje grande de estas "broncas", son provocadas por la policía, quienes en muchos casos abusan de las facultades que les da la ley, atacan a los miembros de estos grupos sin motivo previo.
Por esto a mi punto de ver no solamente se debe poner la lupa sobre estas persona, sino también los policías y aficiones de otros equipos que no tienen barra organizada, porque estos también provocan muchos problemas como en el caso de limón días atrás.
