Barras de Quilmes velaron a un hincha en la tribuna
Los violentos hicieron tiros al aire durante el partido de reserva. Entraron con el permiso de la dirigencia.
FOTO TOMADA DE CANCHALLENA.COM
BUENOS AIRES.- El poderío de los barras bravas en el fútbol
argentino se manifiesta todos los domingos y en Quilmes, hasta los días
de semana. Con la autorización de la dirigencia, un grupo de violentos
entraron a los tiros al estadio Centenario llevando un cajón con el
cuerpo de un hincha para velarlo, durante el partido de reserva que el
equipo disputó ante Unión.
"Tiraron un par de tiros, buen cagazo me pegue, estaban atrás del arco donde yo estaba", dijo en su cuenta de Twitter Joaquín Papaleo, arquero "tatengue", según publicó Canchallena.com.
El árbitro suspendió el partido por unos minutos, pero luego los hinchas abandonaron la popular y las cosas siguieron como si nada hubiese ocurrido. "Mientras jugábamos contra Quilmes, entró un montón de gente con un cajón, tuvieron que parar el partido, se quedaron un rato y se fueron", contó Papaleo.
El cuerpo era del hijo del jefe de la barra "Los Alamos", que pelea por quedarse con el poder de la popular. Aunque lo que más llamó la atención es que los violentos contaban con el permiso de las autoridades. "Nos habían dicho que estaba estipulado en el entretiempo, por suerte no pasó nada en el campo de juego", comentó el técnico de Unión, Horacio Humoller, según reproduce el diario Olé.
"Tiraron un par de tiros, buen cagazo me pegue, estaban atrás del arco donde yo estaba", dijo en su cuenta de Twitter Joaquín Papaleo, arquero "tatengue", según publicó Canchallena.com.
El árbitro suspendió el partido por unos minutos, pero luego los hinchas abandonaron la popular y las cosas siguieron como si nada hubiese ocurrido. "Mientras jugábamos contra Quilmes, entró un montón de gente con un cajón, tuvieron que parar el partido, se quedaron un rato y se fueron", contó Papaleo.
El cuerpo era del hijo del jefe de la barra "Los Alamos", que pelea por quedarse con el poder de la popular. Aunque lo que más llamó la atención es que los violentos contaban con el permiso de las autoridades. "Nos habían dicho que estaba estipulado en el entretiempo, por suerte no pasó nada en el campo de juego", comentó el técnico de Unión, Horacio Humoller, según reproduce el diario Olé.
