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Ultras y Hooligans

sábado, 5 de enero de 2013

Hinchada de Monterrey.

http://barrasbravasmundial.blogspot.com.es/2012/03/la-adiccion-monterrey-hinchada-del.html

La Adicción (Monterrey) - Hinchada del Monterrey

Adiccion Rayada es el nombre de una de las bandas mas populares del fútbol mexicano, ellos son seguidores incondicionales del Monterrey. Siguen siempre al equipo y de su gente.



Esta nació en el torneo de invierno de 1998, en aquel entonces solo existían 2 grupos de apoyo los cuales eran ayudados por la directiva del club, uno en la tribuna de preferente llamado "La barra Rayada", el cual se callaba cuando el equipo iba abajo en el marcador; y el otro en la tribuna de general llamado "Furia Rayada", que su única forma de apoyar era lanzando la clásica porra una y otra ves.

Desde tiempo atrás existía la inquietud de varios hinchas integrantes de la furia de hacer algo diferente en la tribuna, hambrienta de una nueva forma de expresión.

Fue así como el sábado 24 de octubre de 1998, luego del final del partido de la jornada 13 en el que monterrey perdió ante el América 2 - 1, y se reunieron varios hinchas rayados a platicar de sus inquietudes.

Eran 10 hinchas quienes intercambiaron puntos de vista de lo que les gustaría hacer en la tribuna:

- ¿Te gusta la manera en que alientan en Sudamérica?
- A mi me gusta mas que nada que aunque van perdiendo no dejan de alentar.
- ¿Imagínate lo que seria del estadio con ese tipo de apoyo?
- ¿Y porque no hacer una verdadera barra?

A partir de ahí ellos dejaron la "Furia rayada" y empezaron a construir su sueño, el sueño de hacer una barra que nunca dejaría de alentar.

Sabían que no era fácil ya que La Barra y la Furia tenían toda la tradición y apoyo de la afición y los dirigentes. Por lo cual a pesar de las dificultades que esta idea implicaba, estaban dispuestos a comenzar ese sueño, un sueño en el cual solo creían esos 10 hinchas hoy conocidos como "La vieja guardia".

Se pusieron de acuerdo para ubicarse en el siguiente encuentro de los rayados en el estadio, en la parte superior en la división de general y preferente.



El debut de la barra aun sin nombre era ya una realidad. Monterrey enfrentaba a Pumas en la jornada 15 el sábado 7 de noviembre de 1998 en el estadio. Empieza el partido y no sabían ni que cantitos entonar, de la nada y con espontaneidad comienzan a gritar canticos diversos a la manera de sudamérica.

Lo difícil fue comenzar el primero, pero después de ese debut nadie hasta ahora los ha podido callar.

Eran ya 15 porque se unieron 5 soñadores mas, pero en ese momento se sentían 15,000, colgaron 6 trapos y en se sentían en una popular sudamericana, ese día se escuchaba poco pero ellos sentían que retumbaba todo el estadio.


Termino el partido y emocionados por el debut qusieron ponerle un nombre a su banda y surge la idea de relacionar los colores del equipo y ese sentimiento adictivo como una droga que sentían por su equipo y bajo estas dos premisas desde ese día serían conocidos en todo el país como la Adicción.

Se decidió que no serian pagados, ya que en ese entonces el equipo se encontraba en una crisis económica y era cuando mas necesitaba el apoyo económico de sus fieles seguidores, quizás era poco lo que aportaban pero tenía que servir de algo.

También decidieron que jamás tendrían un líder que los manejara ya que en la Adicción se hace lo que a la mayoría le naciera, y no lo que uno decida, el único requisito para entrar a esta barra es nunca dejar de alentar y mucho menos reventar estos colores.



Uno de los primeros indicios de que serian la banda de mas aguante en el país, fue aquella noche de principios de 1999 en la que Monterrey enfrento al Deportivo Cali (Colombia), en un partido amistoso de preparación con el objetivo de recaudar fondos para aminorar la crisis que atacaba en esos momentos a la Institución. En ese partido la directiva no repartió boletos ni a la Barra ni a la Furia por lo que no acudieron, solo la Adicción pagó su boleto e hizo acto de presencia y alentó durante todo el encuentro. Fue entonces cuando comenzaron a ganar respeto y admiración de la gente.